sábado, 14 de abril de 2012

Pronunciamiento de Familiares de las Víctimas de Junio de 2010 y Multisectorial contra la Represión e Impunidad de Bariloche


Documento leído en San Carlos de Bariloche, 17 de junio de 2011.


El gobierno y el Estado son plenos responsables del terrorismo ejercido en Bariloche
TODOS LOS CRIMENES DE JUNIO
LOS COMETIÓ LA POLICIA DE RIO NEGRO



A un año de los crímenes de junio de 2010 nos reunimos en este espacio, símbolo local del poder, para (volver) a nombrar las cosas por su nombre. Venimos a compartir una reflexión que es -a la vez- un acta compromiso; venimos a reafirmar, a dar y darnos nuevamente nuestra palabra de compromiso irrenunciable por la verdad y justicia por todos y cada uno de los crímenes de junio de 2010.

Como Multisectorial nacemos en medio del terror desatado desde el propio estado de Río Negro contra la población civil en Bariloche, desarmada e indefensa. Nacemos, justamente, para protegernos entre nosotros y así enfrentar y denunciar el terrorismo de estado en Río Negro que se desnudó en esas 48 horas sangrientas.

Diego Bonefoi tenía 15 años y lo mató un balazo de la policía de Río Negro hace un año.
Nino Carrasco tenía 16 y lo mató un balazo de la policía de Río Negro hace un año. Sergio Cárdenas tenía 29 y lo mató un balazo de la policía de Río Negro hace un año.

En unas diez horas, tres balazos, tres de nuestros muchachos caídos sin la menor posibilidad de defensa.

También durante esas 48 horas de terrorismo de estado decenas de muchachos fueron secuestrados, torturados, golpeados, vejados, encarcelados, humillados, perseguidos … por la policía de Río Negro.
En esas 48 horas de terrorismo de estado fueron baleados a mansalva los frentes de las viviendas de numerosas familias de El Alto. Mientras los gases lacrimógenos transformaron las calles de los barrios en un escenario de guerra decretada desde el poder contra un sector de la ciudad.
Repasemos en nuestra memoria esas 48 horas en que vivimos como en estado de sitio, ilegal e ilegítimo, jamás declarado formalmente, pero real. En esas 48 horas en las calles vacías reinaban los efectivos de la BORA y la Gendarmería; y el único edificio público abierto y con luz era la Regional III y su tenebrosa comisaría 2 vecina.
Hubo complicidad de un sector de la ciudad que se plegó a la represión masiva aceptando y alimentado ese clima de estado de sitio no declarado formalmente.



Hoy, en esta plaza, queremos compartir y evaluar tres ejes centrales:
  • lo que hizo el gobierno, el poder, durante este año doloroso;
  • lo que hicimos y conseguimos nosotros como multisectorial y familiares movilizados y activos;
  • el futuro de esta lucha, en esta etapa que se abrió con la sentencia contra el cabo Colombil en la causa Bonefoi y la durísima pulseada que tenemos ahora por la causa de los crímenes de Sergio y Nino.


El poder que niega, el poder que nos ignora
Los tres poderes del estado de Río Negro tienen compromisos directos e indirectos con la serie de crímenes de los días 17 y 18 de junio en Bariloche; y con el encubrimiento y protección jurídico, político e institucional posterior a los responsables de esos crímenes.

  • El gobierno de RN en pleno, con el gobernador Saiz a la cabeza, es el principal responsable político e institucional del estado “de excepción” que impusieron en Bariloche en junio del año pasado, esta forma contemporánea de vacío de poder que pone en suspenso los derechos y garantías de los ciudadanos.
Después de eso, en un año jamás hubo la más mínima explicación, la más mínima intención de arrepentimiento ni de reparación ni para con las víctimas, ni para con sus familiares ni para el conjunto de la sociedad local atacada y perseguida. Todo lo contrario, Saiz ratificó y fortaleció en sus lugares de poder al ministro de Gobierno Larreguy, al secretario de Seguridad Cufré y a la plana mayor de la Policía provincial.

  • La Legislatura con asiento en Viedma mayoritariamente claudicó ante el poder Ejecutivo. Se prestó a ser el coro legitimador de las falsedades y encubrimiento de Larreguy en la parodia de interpelación. La oposición política que propuso un excelente proyecto de creación de comisión investigadora de los hechos no supo o no quizo crear consenso y fuerza política para que así fuera. Ningún legislador en un año se acercó jamás a preguntarnos por el estado de las causas, ninguno se hizo eco de nuestro reclamo de juicio político al gobernador Saiz. Los diputados del circuito andino sobretodo tienen una deuda impagable con la sociedad local por esa claudicación.

  • El Poder Judicial no es un poder independiente en RN. Nos consta directamente en relación a los dos expedientes principales vinculados a esas 48 horas de terrorismo: la causa por el homicidio de Diego Bonefoi y la causa unificada por los homicidios de Nino y Sergio.
Tenemos claro que el poder tiene dos estrategias centrales para con los expedientes: o trata de cooptar y licuar la causa, o sino la entorpece. Siempre con el único y central objetivo que no se suba en la cadena de responsabilidades político e institucionales más allá del ejecutor material de los disparos asesinos. En este sentido, el caso Bonefoi es un ejemplo clásico: ante la imposibilidad de salvarlo, el poder se vio obligado a “entregar” al cabo Colombil con la evidente intención de clausurar con la sentencia condenatoria todo otro proceso de investigación sobre las 48 horas de terrorismo en Bariloche.
El reclamo constante y unificado de los Familiares y esta Multisectorial protegió la causa Bonefoi que fue atacada desde la corporación policial desde el primer momento, cuando logró desplazar a su juez natural. Nuestro reclamo inclaudicable en la calle fue el que logró que la causa llegara a juicio oral y público tan rápidamente, con una sentencia y pena acorde a nuestras expectativas.
El abogado defensor de Colombil fue el que planteó la historia oficial, el que hizo explícita la doctrina política de Estado para cerrar y envenenar todo debate global sobre las 48 horas de terrorismo y sus autores materiales e intelectuales. El defensor dijo: “este caso es como el caso Carrasco”, en alusión al crimen del soldado en un cuartel militar de Zapala en 1994. Al equiparar a Diego Bonefoi con Omar Carrasco pretendió instaurar en la opinión pública y en la conciencia colectiva una jerarquización de las víctimas que hace “desaparecer” a Nino y Sergio, los otros muertos durante la represión masiva cometida por los compañeros de armas del cabo Colombil.
No vamos a permitir que los voceros del terrorismo desvirtúen y tergiversen los hechos: la persecución y ejecución sumaria de Diego la madrugada del 17 de junio del año pasado inició un estado de terror que duró por lo menos 48 horas, durante las que mataron a dos jóvenes más, hirieron a decenas, secuestran y encarcelaron a otros tantos, atacaron a cientos de vecinos en sus casas y calles.
El juicio y condena contra el cabo Colombil fue un punto de quiebre importantísimo para todos nosotros. Marca el fin de una etapa, de ningún modo es el final de nuestra lucha.

La subordinación del poder judicial a los intereses concretos de protección de la policía pudimos verla jugar paralelamente en los dos expedientes, con la misma argumentación aunque en tiempos y ritmos diferentes. El detonante en la causa de Sergio y Nino fue la citación indagatoria como imputados de Cufré y la plana mayor de la policía, que derivó en el cuestionamiento y apartamiento del juez Lozada.
No tenemos ninguna duda que el problema estratégico no es Lozada; Lozada es la excusa coyuntural que la Policía de RN usó para intentar licuar la causa de la ejecución de Diego y es a lo que nuevamente apelaron en este segundo expediente. La causa de fondo es toda la valiosa prueba documental que ya está dentro del expediente que confirma que existió terrorismo de estado. Los hechos principales son los homicidios pero una justicia verdaderamente independiente debería avanzar sobre la cadena de mandos (policial y civil) en el ataque armado masivo contra la población desarmada durante el 17 y 18 de junio.
La cadena de encubrimiento es la verdadera razón del congelamiento del expediente de Nino y Sergio, porque aunque el encubrimiento es un delito de menor condena que los homicidios son las que políticamente trepan hasta Cufré, Larreguy y Saiz, alcanzando a toda la plana de la Regional III y la cúpula provincial.


En otras oportunidades ya nos referimos al triste papel de las autoridades locales; no vamos volver sobre lo mismo.
En cambio, es imprescindible hacer explícito lo evidente a la luz y comprensión de cualquier ciudadano atento. Las imágenes de la feroz represión recorrieron el mundo y la presidenta de Argentina no dijo una sola palabra en público. El gobierno nacional avaló desde el silencio la acción criminal del gobierno de Saiz, postura que entra en total y absoluta contradicción con su política de DD.HH. contra el terrorismo de Estado de la última dictadura militar. Por el contrario, oxigenó y respaldó al ministro Larreguy con cursitos de DD.HH. para la policía, entre otras medidas ofensivas para nosotros.
Ministros del gobierno nacional y diputados nacionales de distintos partidos políticos asumieron compromisos políticos con los familiares de las víctimas que quedaron en lamentos de coyuntura.
Así, el gobierno nacional nos dejó totalmente solos ante este gobierno de la UCR que maneja el aparato de estado criminal desde la reapertura de la democracia en 1983 a la fecha.


La presente etapa de nuestra lucha

Decíamos que con la sentencia condenatoria contra el asesino de Diego se terminó una etapa de nuestra lucha por Memoria, Verdad y Justicia por todos y cada uno de los crímenes de junio de 2010.
Tienen un avance muy dificultoso las investigaciones por secuestro y detenciones ilegales de jóvenes durante esos días. La justicia no acepta todavía incorporar la figura de tortura en uno de esos casos.
A la vez, siguen las causas iniciadas contra varios familiares en abierta persecución política e ideológica desde el riñón mismo de esta circunscripción judicial.

Pero, la pelea de fondo es por los crímenes de Nino y Sergio bajo balas de la policía de RN durante la represión masiva contra la población civil desarmada durante esos días de estado de sitio de facto.

Hoy mismo, tal vez a metros de aquí estén “custodiando” el orden los policías que ejecutaron a Nino y Sergio. Ellos, los asesinos, celebran un año de impunidad y protección total y absoluta del poder Ejecutivo, con la complicidad de hecho del poder judicial de esta circunscripción que se doblega a las patoteadas e intereses de Cufré y su elenco.

En este momento el expediente del caso de los crímenes de Nino y Sergio está técnicamente sin juez, paralizado. La burocracia judicial le entregó el caso al juez Gaimaro Pozzi. A la vez, la defensa de la familia de las víctimas apeló la resolución en defensa irrestricta del principio del juez natural de la causa.

Sea quien sea el juez que finalmente lleve adelante este caso nos tendrá a los Familiares y a esta Multisectorial alertas, movilizados, atentos a cada movimiento como estuvimos todo este año que pasó.
No vamos a ceder ni una pulgada en nuestra convicción central: como a Diego, a Nino y a Sergio los mató la policía de RN.

De los cuerpos sin vida de los chicos se extrajeron perdigones de plomo calibre 12/70, del tipo de los que en la jerga interna la policía llama PG (de propósitos generales). Legalmente, en dispositivos de represión a la sociedad civil la policía de RN debe usar municiones con posta de plástico denominados AT.
Es decir, la policía de RN en Bariloche el 17 de junio cargó las municiones de plomo PG para matar.

Cuatro (4) disparos de plomo de calibre 12 milímetros por la espalda de Nino; uno (1) solo fatal en el pecho de Sergio. Estas balas, estos disparos tiene una sola e inconfundible identidad: la policía de RN.

A nosotros, esa única prueba nos alcanza y sobra para reafirmarnos en lo que siempre supimos, y pudo saber cualquiera que desde cualquier lugar del mundo vio las imágenes del tipo de armas, las posiciones de tiro y los cartuchos servidos esparcidos en el suelo.

La policía fue equipada (con armas y municiones) para matar y mató. La justicia debe identificar al que disparó y mató a Nino y a Sergio. Si tenían la cara cubierta y la identidad protegida, que le exija a los jefes de los grupos que actuaron que digan quiénes fueron, que exija explicaciones hacia arriba en la cadena de responsabilidades políticas e institucionales.
Para nosotros no hay dudas sobre la identidad institucional: la policía de RN que en ese momento estaban al mando operativo del gobernador Saiz, el ministro Larreguy, el secretario de Seguridad Cufré, el jefe de la policía Villanova y el comisario de la regional III Hermosa. Todos ellos, por razones que desconocemos, estaban ese día y en ese momento en Bariloche; tomaron decisiones en el terreno y auténtico “teatro de operaciones”.

Jamás vamos a aceptar que la justicia de RN, el Estado de RN en democracia y en plena vigencia de la República, nos diga “no fue nadie” como hizo la dictadura militar con los desaparecidos.
Si la sociedad aceptara que no fue nadie se legitimaría el terrorismo de estado como política compatible con el estado de derecho. El poder lo sabe. El conjunto de la sociedad debe ser muy conscientes de las terribles consecuencias de la impunidad y la violencia.


**********

Hacia el final de nuestro mensaje como Multisectorial queremos dirigirnos especialmente a los familiares de las víctimas de Junio de 2010, a todos y a cada uno, especialmente

a Mariela y Sandro Bonefoi y los seis hermanos de Diego;

a Carmen Curaqueo y Abel Carrasco, los dos hermanos de Nino y a su tío Juan Carlos;

a Cristina Mazzaro y Juan Cárdenas, y las seis hermanas de Sergio;

a Karina Riquelme, la esposa de Sergio y sus hijitos Agustín y Mía.

Hace un año, estas horas eran horas de rabia, sangre en las calles, gases, silbidos de balas, desesperación, incertidumbre. De lo peor de que es capaz un sistema criminal y terrorista fuimos capaces -ustedes y nosotros-, de reconocernos hermanos, hijos, amigos, compañeros.

Y si pudimos y podemos enfrentar al miedo y los escuadrones armados en la calle fue porque en libertad y en plena conciencia nos comprometimos a luchar y a luchar juntos. Desde ese momento a hoy crecimos en solidaridad, en organización, en conciencia. Además, aprendimos a querernos y a respetarnos en nuestras diferencias.

Más de una vez, casi siempre, sentimos que no teníamos palabras ni explicaciones. Solo nuestra presencia.
Sabemos que todos hacen un esfuerzo impresionante cada mañana para levantarse, para enfrentar el día, para salir a la calle haciendo que la vida continúe, que no quede paralizada en el terror injusto e injustificado del 17 de junio.

Aunque ustedes ya lo saben hoy queremos ratificarles nuestro compromiso irrenunciable por VERDAD y JUSTICIA. Nos mantendremos firmes con ustedes, ocupando nuestro lugar.
Este compromiso es un compromiso de conciencia y de convicción política, y a la vez es un compromiso de amor asumido en total libertad.


Jamás los dejaremos solos, jamás negociaremos ni entregaremos la lucha.

SEGUIMOS RECLAMANDO


- Justicia para Diego Bonnefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas
- Cárcel efectiva a los asesinos
- Juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de las torturas, secuestros, detenciones ilegales y persecuciones del 18 de junio
- Desmantelamiento de la BORA
- Renuncia del jefe de la policía provincial Villanova
- Renuncia del secretario de Seguridad Cufré
- Renuncia del ministro de Gobierno Larreguy
- Juicio político al gobernador Miguel Saiz



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