Documento leído en San Carlos de Bariloche, 17 de junio de 2011.
El gobierno y el Estado son plenos
responsables del terrorismo ejercido en Bariloche
TODOS LOS CRIMENES DE JUNIO
LOS COMETIÓ LA POLICIA DE RIO NEGRO
A un año de los crímenes de junio de
2010 nos reunimos en este espacio, símbolo local del poder, para
(volver) a nombrar las cosas por su nombre. Venimos a compartir una
reflexión que es -a la vez- un acta compromiso; venimos a reafirmar,
a dar y darnos nuevamente nuestra palabra de compromiso irrenunciable
por la verdad y justicia por todos y cada uno de los crímenes de
junio de 2010.
Como Multisectorial nacemos en medio
del terror desatado desde el propio estado de Río Negro contra la
población civil en Bariloche, desarmada e indefensa. Nacemos,
justamente, para protegernos entre nosotros y así enfrentar y
denunciar el terrorismo de estado en Río Negro que se desnudó en
esas 48 horas sangrientas.
Diego Bonefoi tenía 15 años y lo mató
un balazo de la policía de Río Negro hace un año.
Nino Carrasco tenía 16 y lo mató un
balazo de la policía de Río Negro hace un año. Sergio Cárdenas
tenía 29 y lo mató un balazo de la policía de Río Negro hace un
año.
En unas diez horas, tres balazos, tres
de nuestros muchachos caídos sin la menor posibilidad de defensa.
También durante esas 48 horas de
terrorismo de estado decenas de muchachos fueron secuestrados,
torturados, golpeados, vejados, encarcelados, humillados, perseguidos
… por la policía de Río Negro.
En esas 48 horas de terrorismo de
estado fueron baleados a mansalva los frentes de las viviendas de
numerosas familias de El Alto. Mientras los gases lacrimógenos
transformaron las calles de los barrios en un escenario de guerra
decretada desde el poder contra un sector de la ciudad.
Repasemos en nuestra memoria esas 48
horas en que vivimos como en estado de sitio, ilegal e ilegítimo,
jamás declarado formalmente, pero real. En esas 48 horas en las
calles vacías reinaban los efectivos de la BORA y la Gendarmería; y
el único edificio público abierto y con luz era la Regional III y
su tenebrosa comisaría 2 vecina.
Hubo complicidad de un sector de la
ciudad que se plegó a la represión masiva aceptando y alimentado
ese clima de estado de sitio no declarado formalmente.
Hoy, en esta plaza, queremos compartir
y evaluar tres ejes centrales:
lo que hizo el gobierno, el poder,
durante este año doloroso;
lo que hicimos y conseguimos
nosotros como multisectorial y familiares movilizados y activos;
el futuro de esta lucha, en esta
etapa que se abrió con la sentencia contra el cabo Colombil en la
causa Bonefoi y la durísima pulseada que tenemos ahora por la causa
de los crímenes de Sergio y Nino.
El poder que niega, el poder que nos
ignora
Los tres poderes del estado de Río
Negro tienen compromisos directos e indirectos con la serie de
crímenes de los días 17 y 18 de junio en Bariloche; y con el
encubrimiento y protección jurídico, político e institucional
posterior a los responsables de esos crímenes.
El gobierno de RN en pleno, con el
gobernador Saiz a la cabeza, es el principal responsable político e
institucional del estado “de excepción” que impusieron en
Bariloche en junio del año pasado, esta forma contemporánea de
vacío de poder que pone en suspenso los derechos y garantías de
los ciudadanos.
Después de eso,
en un año jamás hubo la más mínima explicación, la más mínima
intención de arrepentimiento ni de reparación ni para con las
víctimas, ni para con sus familiares ni para el conjunto de la
sociedad local atacada y perseguida. Todo lo contrario, Saiz ratificó
y fortaleció en sus lugares de poder al ministro de Gobierno
Larreguy, al secretario de Seguridad Cufré y a la plana mayor de la
Policía provincial.
La Legislatura con asiento en
Viedma mayoritariamente claudicó ante el poder Ejecutivo. Se prestó
a ser el coro legitimador de las falsedades y encubrimiento de
Larreguy en la parodia de interpelación. La oposición política
que propuso un excelente proyecto de creación de comisión
investigadora de los hechos no supo o no quizo crear consenso y
fuerza política para que así fuera. Ningún legislador en un año
se acercó jamás a preguntarnos por el estado de las causas,
ninguno se hizo eco de nuestro reclamo de juicio político al
gobernador Saiz. Los diputados del circuito andino sobretodo tienen
una deuda impagable con la sociedad local por esa claudicación.
Tenemos claro que
el poder tiene dos estrategias centrales para con los expedientes: o
trata de cooptar y licuar la causa, o sino la entorpece. Siempre con
el único y central objetivo que no se suba en la cadena de
responsabilidades político e institucionales más allá del ejecutor
material de los disparos asesinos. En este sentido, el caso Bonefoi
es un ejemplo clásico: ante la imposibilidad de salvarlo, el poder
se vio obligado a “entregar” al cabo Colombil con la evidente
intención de clausurar con la sentencia condenatoria todo otro
proceso de investigación sobre las 48 horas de terrorismo en
Bariloche.
El reclamo
constante y unificado de los Familiares y esta Multisectorial
protegió la causa Bonefoi que fue atacada desde la corporación
policial desde el primer momento, cuando logró desplazar a su juez
natural. Nuestro reclamo inclaudicable en la calle fue el que logró
que la causa llegara a juicio oral y público tan rápidamente, con
una sentencia y pena acorde a nuestras expectativas.
El abogado
defensor de Colombil fue el que planteó la historia oficial, el que
hizo explícita la doctrina política de Estado para cerrar y
envenenar todo debate global sobre las 48 horas de terrorismo y sus
autores materiales e intelectuales. El defensor dijo: “este caso es
como el caso Carrasco”, en alusión al crimen del soldado en un
cuartel militar de Zapala en 1994. Al equiparar a Diego Bonefoi con
Omar Carrasco pretendió instaurar en la opinión pública y en la
conciencia colectiva una jerarquización de las víctimas que hace
“desaparecer” a Nino y Sergio, los otros muertos durante la
represión masiva cometida por los compañeros de armas del cabo
Colombil.
No vamos a
permitir que los voceros del terrorismo desvirtúen y tergiversen los
hechos: la persecución y ejecución sumaria de Diego la madrugada
del 17 de junio del año pasado inició un estado de terror que duró
por lo menos 48 horas, durante las que mataron a dos jóvenes más,
hirieron a decenas, secuestran y encarcelaron a otros tantos,
atacaron a cientos de vecinos en sus casas y calles.
El juicio y
condena contra el cabo Colombil fue un punto de quiebre
importantísimo para todos nosotros. Marca el fin de una etapa, de
ningún modo es el final de nuestra lucha.
La subordinación
del poder judicial a los intereses concretos de protección de la
policía pudimos verla jugar paralelamente en los dos expedientes,
con la misma argumentación aunque en tiempos y ritmos diferentes. El
detonante en la causa de Sergio y Nino fue la citación indagatoria
como imputados de Cufré y la plana mayor de la policía, que derivó
en el cuestionamiento y apartamiento del juez Lozada.
No tenemos ninguna
duda que el problema estratégico no es Lozada; Lozada es la excusa
coyuntural que la Policía de RN usó para intentar licuar la causa
de la ejecución de Diego y es a lo que nuevamente apelaron en este
segundo expediente. La causa de fondo es toda la valiosa prueba
documental que ya está dentro del expediente que confirma que
existió terrorismo de estado. Los hechos principales son los
homicidios pero una justicia verdaderamente independiente debería
avanzar sobre la cadena de mandos (policial y civil) en el ataque
armado masivo contra la población desarmada durante el 17 y 18 de
junio.
La cadena de
encubrimiento es la verdadera razón del congelamiento del expediente
de Nino y Sergio, porque aunque el encubrimiento es un delito de
menor condena que los homicidios son las que políticamente trepan
hasta Cufré, Larreguy y Saiz, alcanzando a toda la plana de la
Regional III y la cúpula provincial.
En otras oportunidades ya nos referimos
al triste papel de las autoridades locales; no vamos volver sobre lo
mismo.
En cambio, es imprescindible hacer
explícito lo evidente a la luz y comprensión de cualquier ciudadano
atento. Las imágenes de la feroz represión recorrieron el mundo y
la presidenta de Argentina no dijo una sola palabra en público. El
gobierno nacional avaló desde el silencio la acción criminal del
gobierno de Saiz, postura que entra en total y absoluta contradicción
con su política de DD.HH. contra el terrorismo de Estado de la
última dictadura militar. Por el contrario, oxigenó y respaldó al
ministro Larreguy con cursitos de DD.HH. para la policía, entre
otras medidas ofensivas para nosotros.
Ministros del gobierno nacional y
diputados nacionales de distintos partidos políticos asumieron
compromisos políticos con los familiares de las víctimas que
quedaron en lamentos de coyuntura.
Así, el gobierno nacional nos dejó
totalmente solos ante este gobierno de la UCR que maneja el aparato
de estado criminal desde la reapertura de la democracia en 1983 a la
fecha.
La presente etapa de nuestra lucha
Decíamos que con la sentencia
condenatoria contra el asesino de Diego se terminó una etapa de
nuestra lucha por Memoria, Verdad y Justicia por todos y cada uno de
los crímenes de junio de 2010.
Tienen un avance muy dificultoso las
investigaciones por secuestro y detenciones ilegales de jóvenes
durante esos días. La justicia no acepta todavía incorporar la
figura de tortura en uno de esos casos.
A la vez, siguen las causas iniciadas
contra varios familiares en abierta persecución política e
ideológica desde el riñón mismo de esta circunscripción judicial.
Pero, la pelea de fondo es por los
crímenes de Nino y Sergio bajo balas de la policía de RN durante la
represión masiva contra la población civil desarmada durante esos
días de estado de sitio de facto.
Hoy mismo, tal vez a metros de aquí
estén “custodiando” el orden los policías que ejecutaron a Nino
y Sergio. Ellos, los asesinos, celebran un año de impunidad y
protección total y absoluta del poder Ejecutivo, con la complicidad
de hecho del poder judicial de esta circunscripción que se doblega a
las patoteadas e intereses de Cufré y su elenco.
En este momento el expediente del caso
de los crímenes de Nino y Sergio está técnicamente sin juez,
paralizado. La burocracia judicial le entregó el caso al juez
Gaimaro Pozzi. A la vez, la defensa de la familia de las víctimas
apeló la resolución en defensa irrestricta del principio del juez
natural de la causa.
Sea quien sea el juez que finalmente
lleve adelante este caso nos tendrá a los Familiares y a esta
Multisectorial alertas, movilizados, atentos a cada movimiento como
estuvimos todo este año que pasó.
No vamos a ceder ni una pulgada en
nuestra convicción central: como a Diego, a Nino y a Sergio los mató
la policía de RN.
De los cuerpos sin vida de los chicos
se extrajeron perdigones de plomo calibre 12/70, del tipo de los que
en la jerga interna la policía llama PG (de propósitos generales).
Legalmente, en dispositivos de represión a la sociedad civil la
policía de RN debe usar municiones con posta de plástico
denominados AT.
Es decir, la policía de RN en
Bariloche el 17 de junio cargó las municiones de plomo PG para
matar.
Cuatro (4) disparos de plomo de calibre
12 milímetros por la espalda de Nino; uno (1) solo fatal en el pecho
de Sergio. Estas balas, estos disparos tiene una sola e inconfundible
identidad: la policía de RN.
A nosotros, esa única prueba nos
alcanza y sobra para reafirmarnos en lo que siempre supimos, y pudo
saber cualquiera que desde cualquier lugar del mundo vio las imágenes
del tipo de armas, las posiciones de tiro y los cartuchos servidos
esparcidos en el suelo.
La policía fue equipada (con armas y
municiones) para matar y mató. La justicia debe identificar al que
disparó y mató a Nino y a Sergio. Si tenían la cara cubierta y la
identidad protegida, que le exija a los jefes de los grupos que
actuaron que digan quiénes fueron, que exija explicaciones hacia
arriba en la cadena de responsabilidades políticas e
institucionales.
Para nosotros no hay dudas sobre la
identidad institucional: la policía de RN que en ese momento estaban
al mando operativo del gobernador Saiz, el ministro Larreguy, el
secretario de Seguridad Cufré, el jefe de la policía Villanova y el
comisario de la regional III Hermosa. Todos ellos, por razones que
desconocemos, estaban ese día y en ese momento en Bariloche; tomaron
decisiones en el terreno y auténtico “teatro de operaciones”.
Jamás vamos a aceptar que la justicia
de RN, el Estado de RN en democracia y en plena vigencia de la
República, nos diga “no fue nadie” como hizo la dictadura
militar con los desaparecidos.
Si la sociedad aceptara que no fue
nadie se legitimaría el terrorismo de estado como política
compatible con el estado de derecho. El poder lo sabe. El conjunto de
la sociedad debe ser muy conscientes de las terribles consecuencias
de la impunidad y la violencia.
**********
Hacia el final de nuestro mensaje como
Multisectorial queremos dirigirnos especialmente a los familiares de
las víctimas de Junio de 2010, a todos y a cada uno, especialmente
a Mariela y Sandro Bonefoi y los seis
hermanos de Diego;
a Carmen Curaqueo y Abel Carrasco, los
dos hermanos de Nino y a su tío Juan Carlos;
a Cristina Mazzaro y Juan Cárdenas, y
las seis hermanas de Sergio;
a Karina Riquelme, la esposa de Sergio
y sus hijitos Agustín y Mía.
Hace un año, estas horas eran horas de
rabia, sangre en las calles, gases, silbidos de balas, desesperación,
incertidumbre. De lo peor de que es capaz un sistema criminal y
terrorista fuimos capaces -ustedes y nosotros-, de reconocernos
hermanos, hijos, amigos, compañeros.
Y si pudimos y podemos enfrentar al
miedo y los escuadrones armados en la calle fue porque en libertad y
en plena conciencia nos comprometimos a luchar y a luchar juntos.
Desde ese momento a hoy crecimos en solidaridad, en organización, en
conciencia. Además, aprendimos a querernos y a respetarnos en
nuestras diferencias.
Más de una vez, casi siempre, sentimos
que no teníamos palabras ni explicaciones. Solo nuestra presencia.
Sabemos que todos hacen un esfuerzo
impresionante cada mañana para levantarse, para enfrentar el día,
para salir a la calle haciendo que la vida continúe, que no quede
paralizada en el terror injusto e injustificado del 17 de junio.
Aunque ustedes ya lo saben hoy queremos
ratificarles nuestro compromiso irrenunciable por VERDAD y JUSTICIA.
Nos mantendremos firmes con ustedes, ocupando nuestro lugar.
Este compromiso es un compromiso de
conciencia y de convicción política, y a la vez es un compromiso de
amor asumido en total libertad.
Jamás los dejaremos solos, jamás
negociaremos ni entregaremos la lucha.
SEGUIMOS
RECLAMANDO
- Justicia para Diego
Bonnefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas
- Cárcel efectiva a los
asesinos
- Juicio y castigo a los
responsables materiales y políticos de las torturas, secuestros,
detenciones ilegales y persecuciones del 18 de junio
- Desmantelamiento de la
BORA
- Renuncia del jefe de la
policía provincial Villanova
- Renuncia del secretario
de Seguridad Cufré
- Renuncia del ministro de
Gobierno Larreguy
- Juicio político al
gobernador Miguel Saiz